Ayudando a mujeres con embarazos de alto riesgo a navegar su maternidad
Aunque parezca mentira que las fiestas decembrinas estén a la vuelta de la esquina, la verdad es que ésta época de año es una de mis favoritas, no solo por la alegría y espíritu de celebración que trae la navidad a la casa, sino también porque es una época en la que puedo recrear tradiciones con las que crecí para pasárselas a mi pequeño Kung Fu Aclaratoria: Esta receta de Arepas de Yuca contiene enlaces afiliados.
Para nadie es un secreto que soy Venezolana; llevo a mi país en el corazón y lo celebro con la misma intensidad como si viviera allá todavía. Te cuento esto porque el 5 de Julio se conmemora la Independencia de Venezuela y los Venezolanos en las redes sociales nos unimos para compartir algún tema inspirado precisamente en Venezuela.
El plátano es muy popular en Maracaibo. Yo he comido bollitos pelones, hallacas y hasta arepas de plátano. En su última visita mi mamá me enseñó a hacer las arepas de plátano verde y son tan fáciles que me imaginé que te gustaría aprender a hacerlas, sobre todo, porque tienen un saborcito bien particular y las puedes rellenar con lo que tú quieras (al igual que la arepa tradicional).
Navidad es símbolo de compartir y la mejor manera que encontramos un grupo de amigas blogueras en éste mundo 2.0, fue el crear un Directorio de Recetas Navideñas Venezolanas para saborear y revivir esas tradiciones con las que crecimos.
No importa si estas lejos o cerca, si sabes cocinar o si solo ayudas a lavar los platos, éstas recetas te guiarán hacia la cena de navidad y año nuevo para que la celebres al mejor estilo Venezolano.
Como que ha empezado a oler navidad y que mejor que celebrar en ésta temporada navideña que con un delicioso Ponche crema vegano.
El Ponche crema o egg nog, como se conoce en los Estados Unidos, es una bebida tradicional de las fiestas. La versión que preparamos en Venezuela no es precisamente la más saludable, ya que se prepara con flan de caja, leche condensada y ron.
La sopa de caraotas negras ha sido parte del menú familiar desde que tengo uso de razón. Mi abuela las preparaba bastante seguido y mi mamá suele cocinarlas los domingos, ya que es una receta sumamente fácil de preparar y requiere relativamente poca supervisión en la cocina. Para mí siempre fue un plato común y corriente y no fue hasta que me interesé en consumir comida más limpia, sin procesar y nutritiva que me percaté de su valor nutricional y se convirtieron en mi aliado; así que me pareció la receta perfecta para compartir y ayudar a otras personas pensar más allá del pollo, la carne y el pescado a la hora de servir el almuerzo o la cena.
Disclosure: In exchange for participating in the challenge and writing this post, I was given a gift package from Green is Universal. All opinions are still my own.
Black beans soup has been part of the family menu since I can remember. My grandmother prepared it quite often and my mom usually cooks Black Beans Soup on Sundays, as it is a very easy recipe to prepare and requires relatively little supervision in the kitchen. For me it was always an ordinary dish and it was not until I got interested in eating clean, unprocessed and nutritious food that I realized its nutritional value and became my go-to meal; so when I was invited to participate in The Eco Eats Challenge of Green is Universal, I thought this recipe would be perfect to share and help others think beyond chicken, meat and fish when serving lunch or dinner.
