Abril es el mes internacional de la concientización sobre las cesáreas. Es un mes dedicado a educar y crear conciencia sobre la cesárea en búsqueda de reducir los altos porcentajes de este procedimiento en relación con los partos vaginales que ocurren a nivel mundial.
En los Estados Unidos y en muchos otros países, la proporción de cesáreas ha aumentado de manera astronómica en los últimos años. Por ejemplo, la tasa de cesáreas de 2007 fue de alrededor del 32%; por cada 3 nacimientos, uno fue por cesárea, en comparación con aproximadamente el 5%, o 1 de cada 20, a mediados de la década de 1960.
¿Las mujeres nos volvimos ineptas y se nos olvidó parir?
La respuesta es sí y no. Lamentablemente la sociedad nos ha hecho creer que necesitamos intervenciones médicas para hacer el proceso de parto más rápido, aunado a que se ha instalado el pánico al dolor en la mente de las mujeres y se cree que la cesárea no hará “sufrir” ni al bebé ni a la madre, lo que nos lleva a tener la receta perfecta para convencer a las madres de que se dejen hacer lo que los médicos quieran.
¿Qué es una cesárea?
Una cesárea es una operación quirúrgica en la que un bebé nace a través de un corte en la pared frontal del abdomen y el útero. Este procedimiento a menudo se usa cuando un parto vaginal conlleva un mayor riesgo de complicaciones.
Realmente, las cesáreas salvan vidas, no solo la de los bebés, sino también la de las madres, sin embargo, las cesáreas se han vuelto tan normales y símbolo de un buen estatus social, que parir ha pasado a hacer una molestia porque los médicos y personal de salud quieren salir de eso en su propio tiempo sin respetar el proceso natural del cuerpo. Realmente no es lo mismo desde el punto de vista de logística el saber que a las 6pm te puedes ir a tu casa, que estar durmiendo y tener que salir corriendo a atender un parto. ¡Ah! Y ni hablar de esos que les preguntan a las madres cuando quieren que nazcan los hijos.
Las cesáreas tienen su momento en específico, como por ejemplo placenta previa o incluso preclamsia como en mi caso, sin embargo, son practicadas sin son ni ton, de hecho, yo conozco personas que han pedido explícitamente que les hagan una cesárea porque no quieren experimentar el dolor de parir, porque no quieren que el bebé pase por el canal vaginal o porque quieren que el doctor X o Y las atienda y no está disponible en la fecha probable de parto.
Yo realmente teniendo las dos caras de la moneda puedo decir que parir no se compara ni remotamente a tener una cesárea. La recuperación es mil veces más rápida cuando tienes un parto vaginal y las complicaciones son mucho menores cuando se comprarán con una cirugía abdominal, es por eso que es tan importante el saber, leer e informarse acerca de todas las opciones que tenemos, de lo que puede pasar y las consecuencias que nos pueden traer.
Realmente a mí me hubiese gustado que me hablaran de estas cosas que te voy a compartir a continuación, en vez de opinar en cosas triviales. Esto fue lo que nadie me contó de una Cesárea:
Me tuve que bañar con un jabón antibacterial
Con mi segunda cesárea me tocó esperar unas horas antes de que me la hicieran porque ese día había trabajado y almorcé al medio día, así que me la programaron para las 8pm, sí, yo trabajé y luego me fui al hospital porque mi bebé nació de 38 semanas (puedes leer la historia de parto de Giovanni, Parte I, Parte II y Parte III). Cuando las cesáreas son programadas, o como en mi caso, tienes unas horas disponibles, te dan un jabón antibacterial para que te bañes antes de meterte en la cama y así disminuir las probabilidades de infecciones.
Tomé un cóctel asqueroso antes de la cirugía
Justo cuando están por llevarte a la sala de operaciones, te pasan una copita para que tomes lo que parece un shot de tequila en un vasito plástico, lo único es que esa copita o tacita no contiene alcohol, sino un medicamente que en inglés se llama Bicitra y es para que no te den náuseas y no te vayas en vómitos. El tema con este medicamento es que sabe espantoso y casi que sientes como te quema a medida que va bajando hacia el estómago.
Piensas en mil cosas antes, durante y después
Una vez que empiezan a rodar las ruedas de la camilla que te lleva a la sala de operaciones, tu cabeza va a mil y piensas y muchas cosas. En mi caso, mi primera cesárea fue la de mi segundo hijo y realmente me aterraba morirme en la mesa de operaciones, me aterraba desangrarme, que me diera un paro cardiaco y que mi hijo tuviese que crecer sin su madre. Ni decir el pensar en la posibilidad de quedar paralítica, en no poder dar pecho y en los mil pensamientos fatalistas que por suerte se acaban una vez escuchas a tu bebé llorar y lo puedes tener en brazos.
Cómo se siente la anestesia
La anestesia tiene efectos diferentes en las personas, mi mamá dice que ella sintió todo, pero sin dolor, yo realmente estaba consciente de lo que estaban haciendo, pero realmente no sentía nada, de hecho, cuando me estaban poniendo la anestesia en mi segunda cesárea, sentí la misma sensación de calor que sentí la primera vez. Era como si ni bien me la pusieron, la anestesia se hubiese ido a la punta de mis pies y empezó a subir poco a poco hasta llegar a mi pecho. Yo sentía como un líquido tibio que iba por mis venas e iba subiendo por todo mi cuerpo.
Lo cerca que está el anestesiólogo
En mis dos cesáreas literalmente he sentido que el anestesiólogo está justo al lado de mi cabeza. La primera vez no tenía ni idea de porqué estaba tan pegado de mí y porque seguía preguntándome cómo me sentía. Luego entendí que su rol es asegurarse que todo marche bien y que todo vaya controlado a nivel de anestesia. Tuve la suerte de nunca ser amarrada, aunque sí me advirtieron que de tratar de moverme o sacarme algo, lo primero que iban a hacer era amarrarme a la mesa.
Sientes un elefante sentado en el pecho durante la operación
Recuerdo que mi anestesiólogo empezó a hablarme al oído y me dijo, “falta poco para que el bebé nazca, vas a sentir que tienes un elefante sentado en el pecho y que no puedes respirar, quiero que sigas respirando y no te preocupes que es la doctora, pero si vas a poder seguir respirando”. Casi que ni bien terminó de decirme eso, sentí exactamente lo que me había descrito e hice lo que me había pedido, simplemente seguir respirando. Supuestamente es por la presión que se genera cuando están por sacar al bebé.
Tironeo en plena cesárea
Después de que sientes el elefante sentado en tu pecho, empiezas a sentir como te empujan para poder sacar al bebé. Realmente puede ser que mis hijos nacieron a las 37 y 38 semanas, pero la explicación que me dieron fue que estaban muy arriba y no podían agarrarlos para sacarlos.
Mi esposo solo estuvo conmigo por un rato
Si bien mi esposo pudo estar conmigo, la verdad es que no estuvo todo el tiempo ahí. Mientras me ponían la anestesia, mi enfermera fue quien estuvo conmigo y una vez que ya estaba acostada y listo todo para que naciera el bebé, fue cuando trajeron a mi esposo al quirófano conmigo. Una vez que el bebé nació, lo pesaron y me lo dejaron cargar, entonces mi esposo se fue con el bebé y una de las enfermeras mientras a mí me terminaban de coser.
Pedirás medicamentos para el dolor y te darán un recipe para que los sigas tomando en casa
Algo que me llamó mucho la atención con mis dos cesáreas, es la necesidad de tomar calmantes fuertes de hecho, lo que me recetaron fueron narcóticos junto con ibuprofeno. Recuerdo que con mi primera cesárea logré irme a casa y solo tomar el ibuprofeno, pero ya con el segundo, no solo tomé los narcóticos en el hospital, sino que los continué en la casa porque el dolor no lo podía controlar con el anti inflamatorio solamente.
De hecho, ya con el segundo creo que estaba más a tono con mi cuerpo y podía empezar a sentir el dolor y pedía que me trajeran el medicamento porque si no se me subía la presión y realmente me ponía de mal humor. Ojo, una vez el dolor pasó pude dejar de tomar las pastillas sin problema
Te dan masajes en las piernas
No tenía ni idea que le colocan a uno una máquina con una especie de arneses que se abrochan alrededor de las pantorrillas y que cada tanto te va masajeando las piernas, esto se llama en inglés sequential compression y es para evitar coágulos de sangre porque pasas mucho tiempo acostada y sin moverte.
Toser, estornudar y hasta reírte te dolará
Cuando uno tiene un bebé por parto vaginal, realmente el cuerpo hace un esfuerzo bien grande cuando estás pujando y luego te duelen músculos que no sabías que existían. Cuando tu bebé nace por cesárea, realmente es cuando te das cuenta lo mucho que utilizas el abdomen para hacer tu vida normal, así que, si te da por toser, estornudar o reírte, entonces prepárate para ver estrellas porque dolará, sobre todo los primeros días.
Lo difícil que es levantarse de la cama luego de la cesárea
Recuerdo que la enfermera llegó al cuarto y me dijo que era hora de levantarme, lo bueno fue que me explicó que utilizara los brazos para levantar el cuerpo y que me ayudara con la baranda de la cama para lograr salir de ella. Fue un esfuerzo grandísimo y realmente me dolió mucho porque lo hacen justo cuando ya se te ha pasado el efecto de la anestesia y te toca ir al baño. ¡No es fácil!
Levantarte y caminar duele, pero alivia al mismo tiempo
Pasar por una cesárea no es cosa fácil, realmente lleva mucho tiempo para recuperarse, quizás no tanto de la primera, pero sí de las que le siguen y tareas diarias como caminar e ir al baño, se vuelven dolorosas; sin embargo, una vez que te levantas y superas el dolor inicial, el cuerpo se va acomodando y te sientes hasta mejor.
Tendrás muchos gases por arriba y por abajo
Realmente la cesárea es una operación complicada, no solo por la cantidad de capas que hay que atravesar, sino por los órganos que hay que mover del medio para poder llegar al útero y sacar al bebé. Por esta manipulación, realmente es impresionante la cantidad de gases que botas las horas que siguen a la operación, no solo por arriba, sino por abajo.
Necesitas ayuda para bañarte la primera vez
La cesárea es una operación abdominal significativa, lo que quiere decir que los músculos del abdomen son cortados. Teniendo esto en cuenta,
Te sentirás mareada mientras cargas al bebé por primera vez
Uno de los efectos de la anestesia es que te hace sentir como tontera y como que se te van las fuerzas. Yo realmente me sentí mareada cuando estaba cargando al bebé por primera vez y aunque tuve la oportunidad de hacer piel con piel, realmente llegó un momento que pedí que lo agarrara la enfermera o mi esposo porque sentía que se me iba a caer.
Cansancio con poco descanso
Si bien parir te deja como si te hubiese pasado un camión por encima porque te duele hasta el pelo, con una cesárea estas adolorida en una sola área, sin embargo, duermes menos porque te están controlando cada cierto tiempo y no siempre coincide con el momento en el que estás despierta y dándole de comer a tu bebé, casi que es justo cuando te acabas de dormir. Realmente no descansas absolutamente nada, sobre todo si como a mí, te tienen que estar chequeando la presión.
No puedes comer nada
Si es una cesárea programada, te piden que pasen al menos 8 horas sin comer antes de la cirugía, sin embargo, luego de que nace el bebé tampoco te dejan comer nada antes varias horas después, de hecho, a mí ni siquiera me dejaron tomar agua, sino que empezaron dándome hielo.
Habra sangre
El tema de la sangre es algo que siempre me ha parecido el secreto mejor guardado, sinceramente a mí nunca nadie me dijo que cuando se tiene un bebé, la placenta se despega de la pared del útero, dejando una herida considerable que sigue sangrado hasta que sana. La herida como tal es del tamaño de un plato de 8.5 pulgadas y puede sangrar por semanas.
Sonda
Pues resulta que para operarte te ponen una sonda para que orine a través de ella, realmente a mí nunca me habían operado y no tenía ni idea, sin embargo, parece muy buena idea el tenerla porque no te tienes que levantar, sin embargo, es lo peor que te puede pasar porque el sacarla suele y deja una sensación muy extraña por varias semanas. Además, corres el riesgo que la orina se devuelva y te cause dolor y molestia como me pasó a mí en la segunda cesárea.
La herida te picara
Algo de lo que nadie parece hablar es de la sensación de picor que le entra a uno cuando la herida se está cicatrizando.
La zona de la herida pierde sensación
La herida como tal sana mientras la mantengas limpia y seca, sin embargo, cuando la tocas se siente rara, incluso después de varios años la sientes como dormida
Te ponen Pitocin
Pues resulta que, si bien las dos cesáreas salvaron mi vida y la de mis bebés, la verdad es que es un proceso mecánico, lo que quiere decir que los procesos que deben pasar naturalmente tienen que ser forzados para que pasen. En este caso, para que el útero empieza a contraerse y vaya volviendo a su tamaño normal, los doctores colocan pitocin para que ayude en ese proceso que ocurriría automáticamente en un parto vaginal
Caminas en cámara lenta
Siempre lo he dicho, parir duele, pero más duele una cesárea porque la recuperación es sumamente lenta y bastante dolorosa y aunque a mí no me pusieron grapas (he escuchado que duelen muchísimo) si puedo decir que los primeros días caminas en cámara lenta y todo te lleva más tiempo.
Ni bien te empiezas a sentir bien, retrocedes
Esto tiene que ver con el tema del tamaño de la herida que deja la placenta. Realmente cuando te empiezas a sentir mejor, es natural que intentes volver a tu rutina y a hacer más cosas en casa, lamentablemente el cuerpo necesita recuperarse y descansar, así que es importante escuchar al cuerpo y no excederse porque ni bien te empieces a sentir bien, puedes retroceder y empezar a sangrar más, incluso, que se te abra la herida.
Como ya he dicho anteriormente, las cesáreas son un mal necesario, lamentablemente muchos médicos abusan de ellas y las mujeres nos hemos creído incapaces de parir. Mi consejo es que aprendas no solo de los partos naturales, sino también de las cesáreas y que, si tu presupuesto te lo permite, contrates a una doula, ya que el contar con su apoyo y conocimiento puede hacer la diferencia entre cascada de intervenciones que terminen en una cesárea o en un parto vaginal sin complicaciones.
Estas 25 cosas que nadie me contó son solo basadas en mi experiencia, pero me encantaría que me compartieras la tuya en los comentarios.
Eli says
Gracias May!! He tenido dos partos, pero que importante es esta información, nada mejor que leer una experiencia sincera y que no le pongan cosas para disfrazarlo. Un abrazote
Maybelline Valenti says
Hola Elisa!!! no sabes el gusto que me da de que te haya gustado. Un beso enorme!!
Maria says
Parece todo un mundo de negatividad!! Y la verdad aue esta es solo tu experiencia con algo de generalidades… no todas las cesareas son asi de malas en cto a sus efectos posteriores, y encima lo cuentas de una forma q solo busca atemorizar y no conciebtizar amorosamente a otras mamás. Una bestia
Maybelline Valenti says
Hola María, gracias por confirmar lo que escribí y dejé claro en el post de que esta es solo mi experiencia. Normalmente no busco validación externa, pero si la aprecio cuando la recibo. Lo que si no me parece curioso es que busques concientizar amorosamente cuando tu comentario es precisamente lo contrario, vaya, hasta bestia me llamaste al final. Claramente no conoces mi trabajo.
Dana Millán says
Hola! Me gustó mucho la forma como relatas tú experiencia.Como madre de dos hijos, ambos por cesárea, te entiendo perfectamente, mi primera hija nació de 37 semanas, fue necesaria la cesárea y con mi segundo bebé tuve un embarazo muy complicado, contracciones desde la semana 20, reposo absoluto y aún así a la semana 35 las contracciones eran cada 30min, la doctora me dijo q procedía la cesárea por el bienestar del bebé, pase por todo eso q cuentas y a eso le sumas q mi segundo bebé por ser prematuro estuvo en incubadora con dificultad respiratoria, por 17 días estuve a su lado, con la herida reciente y el corazón en mis manos, sin hacer reposo como corresponde y con dolores terribles. Me dicen siempre q no me dolió el parto, q seguro me siento muy bien, mi respuesta siempre es q una vida surge de nuestro cuerpo, nos da una luz en ese ser pequeñito q nos ponen en nuestros brazos, claro q duele, sea cual sea la vía por la q nace un bebé duele, lo q necesitamos no solo como mujeres, sino como seres humanos, es más empatía.
Maybelline Valenti says
Hola Dana! que lindo leerte. Te entiendo perfectamente! he pasado por tres cesareas y por dos experiencias de neonatologia, con el primero tuve parto natural y los demas fueron cesarea, la bebe fue la que mas tiempo paso en incubadora y en el hospital y asi como dices, con la herida y al pie de su cunita todos los dias hasta que la pudimos llevar a casa. Solo quienes pasan por eso entienden que eso que dicen que no duele, realmente no saben de lo que estan hablando. Un beso y gracias por contar tu experiencia! ❤️