Mi diario de embarazo | Semana 29

Esta semana he estado bastante cansada. Llego a casa del trabajo y ni ganas de cocinar tengo y lo único que me provoca es bañarme, ponerme la pijama y acostarme a dormir. De resto no me puedo quejar, porque aunque el nervio ciático me está matando y tengo un poco de dolor de espalda de vez en cuando, me siento entre todo bien.

Quizás éste fin de semana me toque limpiar un poco porque mi casa es un desastre y continuaré con mi proyecto de revisar las gavetas y los closets para botar la ropa rota que tenemos, ver lo que se puede donar y lo que se puede salvar con una arregladita. El fin de semana pasado empecé por mi gaveta de ropa interior y aunque no terminé, logre deshacerme de varias cosas que estaban en muy malas condiciones.

También tengo pensado guardar mi ropa, ya que de aquí a que nos mudemos seguiré utilizando ropa de maternidad y no necesito tener todo a la vista. Vamos a ver cuánto hago realmente de todo lo que tengo planeado que suceda y si la barriga me deja.

¿De cuanto tiempo estoy?: 29 semanas y 5 días.

¿Subí o bajé de peso?: ésta semana estamos celebrando en el trabajo la semana de Farmacia, así que hay comida a la mañana, al medio día y a la tarde también y no precisamente la que es saludable y baja en calorías. A pesar de que he tratado de no volverme loca, la verdad es que me parece que ésta semana la balanza irá para el lado equivocado.

¿Ropa de Maternidad?: Desempolvé las blusas que usé durante el embarazo de Kung Fu Baby Boy y éste fin de semana me voy a dar a la tarea de buscar un pantalón para darle un descansito al único que tengo.

Estrías: Las mismas de siempre siguen estando ahí, así que hasta ahora el aceite que estoy usando me sirve, sobre todo porque no me entran las ganas de rascarme. Mañana llega el segundo frasquito que compré porque el primero ya está por terminarse y no quería quedarme sin nada.

¿Dormir?: Aparentemente soy muy mala compañera y no dejo dormir a mi esposo, así que él agarró su cargamento de almohadas y se fue a dormir al sofá, donde no tiene que lidiar conmigo ni con mis calorones. Kung Fu Baby Boy aprovechó la situación y se apoderó de la cama. Yo mientras me dejen dormir y descansar, realmente no me quejo quien este al otro lado de la cama.

Mi mejor momento de la semana: Anoche a la hora de lectura le pregunté a Kung Fu Baby Boy si quería mucho a su hermanito y me dijo que si y me recordó que me tenía que acostar de lado para no aplastar al bebé.

Movimiento: El bebé se hace sentir y si estoy relajada lo puedo hasta ver como patea. ¡Sí! Se me mueve la pansa… ¡Es increíble!

Antojos: ésta semana no he tenido antojos como tal.

Humor: A veces no quiero que ni me miren.

Cambios que he notado: Con este embarazo la barriga me ha salido mucho más rápido que con el primero y el dolor de espalda y del nervio ciático también empezaron mucho antes. El acné sigue ahí pero un poco más controlado y me está dando hambre como más seguido (como al principio del embarazo).

¿Niña o niño?: ¡Niño!

Señales del Parto: El domingo salimos de compra al supermercado y nos estuvimos fuera de casa como 5 horas. No aguantaba los pies y las piernas me dolían. Llegué a casa y me fui derecho al baño a vaciar la vejiga, luego agarré un vaso de agua bien fría y me acosté de medio lado a mirar la serie Once Upon a Time en Netflix (Ya voy por la temporada #4) y de a poco me empecé a sentir mejor. Creo que estaba fatigada y por eso me dieron unas pocas contracciones, pero nada del otro mundo.

¿Ombligo afuera o adentro?: Adentro.

Lo que más extraño: Agilidad. La verdad que me lleva el doble de tiempo hacer las cosas, arezco una tortuga con el caparazón para el otro lado… jajajajaja.

No veo las horas de: Muero por conocer a mi pequeñito. Anoche se movía y pensaba en como es, a quien se parecerá, de qué color tendrá el cabello, en fin, bobadas de madre. Al mismo tiempo pensaba en la reacción de Kung Fu Baby Boy, en la dinámica de la familia y en las noches cortadas que me esperan.

Hitos del embarazo: El momento del parto es una lotería, pero estoy poniendo todas mis energías es parir. ¡Le tengo pánico a la cesárea!