Desde hace un poco más de dos años he estado trabajando fuera de casa y Kung Fu Baby Boy yendo a la guardería. La verdad que no me puedo quejar porque él es un campeón y una vez que se dio cuenta que realmente no lo abandonaba, sino que yo regresaba después de unas horas, pues sencillamente todo marcha sobre ruedas… por lo menos hasta que se termina domingo y le ataca El Síndrome del Lunes.
Tenemos varios fines de semana quedándonos en casa, sin hacer mucho. Los sábado son los más movidos porque vamos a las clases de natación y luego a Capoeira. Luego nos vamos a casa y no volvemos a salir hasta el día siguiente para ir al supermercado, pero muchas veces ni eso hacemos.
Ayer quedamos en pijama casi toda la mañana, luego nos cambiamos y nos pusimos a hacer cosas en la casa. Yo limpié el lavadero y la cocina; lavé, doblé y guardé toda la ropa y también cociné la cena, todo esto mientras Kung Fu Baby Boy jugaba, miraba televisión y me ayudaba.
En un momento del día cuando estábamos sentados en la sala mirando tele, se voltea y me dice:
– Mami, me gusta estar en mi casa. Ya no quiero ir a la escuela.
Yo lo único que atiné a decirle fue – A mi también me gusta estar en casa.
El día transcurrió normal e inevitablemente le dimos la bienvenida al lunes. Se despertó de lo mejor e incluso salimos de la casa un poquito después de las 6am. Todo iba muy bien hasta que llegamos a la guardería y como por arte de magia perdió toda capacidad motriz para caminar, lo cual inevitablemente fue seguido por la petición de que lo cargase.
Una vez adentro de la guardería se convirtió en una garrapata y no había forma ni manera de desenganchármelo del cuello. La maestra vino al rescate y ahí fue cuando se puso a llorar como María Magdalena.
Y así mi querida amiga es como mi pequeño Kung Fu Baby Boy experimenta el Síndrome de los Lunes, haciéndome aún más difícil el irme a trabajar.
Ana María - Penélope says
Sorprendente la reacción de tu hijo, me imagino que poco a poco asimilará mejor ese tema. Lo siento mucho. Todos los abrazos, Ana
Maybelline Valenti says
Lo que él no sabe es que a mi me dan más ganas aún de quedarme en casa durmiendo hasta tarde en vez de irme a trabajar… Saludos Ana María!
Ana María - Penélope says
Jajaja, te tengo la solución, ven a vivir a Colombia, aquí los festivos son los lunes. Se llaman “lunes Emiliani” en honor al congresita que propuso y sacó la iniciativa. Así tenemos muchos “lunes de zapatero” que llaman al primer día de la semana con descanso. Abrazos