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2003 |
Siempre he batallado con mi peso, desde que tengo uso de razón fui gordita. En algunos momentos de mi vida no me importó, luego llegué a la adolescencia y se convirtió en un trauma. Finalmente en mis veintes logré llegar a mi peso ideal, pero eso solo me duró un par de años.
El año pasado me puse como meta el tachar de una vez por todas el adelgazar de mi lista de resoluciones, pero aquí me tienen, doce meses después y pesando exactamente lo mismo. No tengo una excusa válida, simplemente lo dejaba para “mañana” y ese día nunca llegaba. Este año quiero darle la vuelta a mi situación y enfocarme no en usar pantalones talla 0, sino más bien en sentirme bien y estar saludable.
La verdad que no se me ha hecho fácil romper viejos esquemas, pero ahora que empecé a trabajar de nuevo tengo más control de los horarios y no me estoy saltando comidas, además estoy enfocándome en cambiar ciertos hábitos para poder darle el ejemplo a mi pequeño Kung Fu Baby y así él no tenga que pasar lo que yo he pasado.
Aquí les comparto las pequeñas cosas que estoy haciendo para mejorar mi estado físico:
- No compramos refrescos o bebidas azucaradas, pero tenemos siempre agua fría en la nevera y es lo que tomamos con las comidas.
- Estoy haciendo yogurt casero y lo como casi todos los días como merienda. No utilizo azúcar o edulcorantes y solo lo mezclo con granola para agregarle fibra. Particularmente decidí hacerlo yo misma, no solo por los costos asociados con el yogurt, sino también para controlar los ingredientes.
- Al trabajo me llevo algo para comer a media mañana en los 15 minutos de descanso y me aseguro que sea algo alto en fibra o si es posible fruta.
- Estoy respetando las porciones de las comidas para no ingerir más calorías de las que necesito.
- Los postres y dulces los estoy racionando y aunque no me privo, trato de no comerlos seguido.
- Estoy tratando de comer más frutas y vegetales y manos carnes rojas.
No es fácil cuando la mente registra ese peso si no cambiamos rápido. Pero todo es posible, ahora si llegamos a lograrlo o no, eso es otra cosa. Las dietas psicológicamente no son 100% seguras. Aparecen efectos secundarios como la ansiedad, el mal humor, etc… Para mi lo mejor, es hacer deporte ( yo ando todos los días en bicicleta para buscar a los chicos al colegio ) como muchas sopas y
Felicitaciones May!!<br />Yo también estoy en la misma. Nunca tuve problemas de peso, pero hace aproximadamente 3 años me díagnosticaron una resistencia a la insulina que me hiso subir de peso considerablemente. Luego quedé enbarazada y aunque mi embarazo no subí más que 8 kilos, en el postparto subí todo lo que no subí antes jaja… Hace 3 meses me matriculé en un programa de sobrepeso y