Nuestra invitada de hoy es abogada y se convirtió en doula después de su segundo embarazo cuando conoció otra manera de criar y de ver la maternidad, Ginay Vargas es venezolana y vive actualmente en Palma de Mallorca con su familia. También lleva adelante el podcast ‘Soy tu Doula’ donde toca temas de maternidad, feminidad y busca empoderar a mujeres a través del conocimiento. Ella como tantas mujeres venezolanas se confió de un médico quien no le presentó todas las opciones que realmente existían y terminó con dos cesáreas, una vez se dio cuenta que las cosas no tenían que ser así, decidió seguir su instinto y pudo lograr su anhelado parto vaginal después de cesárea.
Ginay nos cuenta que su primer embarazo fue literalmente de libro, no tuvo complicaciones de ningún tipo, aumento el peso mínimo y se preparó tomando el curso de preparación para el parto que su obstetra le recomendó. Fue a todas las consultas religiosamente, y quería tener un parto vaginal. Recuerda que en el control de la semana 38 la bebé estaba en la posición adecuada (cefálica), cuando regresa a la semana siguiente para el control semanal, la bebé estaba podálica, es decir, de pie o con los pies hacia abajo y el médico le dijo que había que hacerle cesárea y se la programó para el día siguiente.
Menciona que su esposo preguntaba porque no esperaban en vez de lanzarse con la cesárea, pero Ginay confiesa que ella tenía muchas ganas de conocer a la bebé y siendo madre primeriza, realmente la anticipación le ganó.
Su recuperación fue muy rápida y cuenta que, en ese primer embarazo, por ser precisamente el primero, tuvo mucho tiempo de leer y aprender, sin embargo, confiesa que tuvo muy poco instinto y todo lo hacia tal cual lo decían los libros, sin cuestionar, sin preguntar, sin buscar otras opciones, y eso se reflejó incluso en su lactancia, donde le ofrecía cada pecho por 15 minutos cada tres horas, sin embargo, el medico le dijo que debía suplementar con formula y a los nueves meses se destetó sola
A los 10 meses postparto queda embarazada por segunda vez mientras estaba estudiando el postgrado. Ella continuaba controlándose con el mismo doctor, quien le dijo que una vez había tenido cesárea, iba a ser siempre cesárea, así que aprovechó a programarla para una fecha que no le chocara con el postgrado.
Su segundo embarazo fue igual de tranquilo como el primero y su recuperación de la cesárea rápida y sin complicaciones a pesar de tener una hija de 19 meses y una recién nacida. Cuenta que su esposo estuvo muy involucrado durante el postparto y que contó con la ayuda de las abuelas.
Cuando nace su segunda hija, descubre foros de maternidad en donde conoce la crianza respetuosa, el porteo, la lactancia a libre demanda y que si era posible el tener un parto después de cesáreas.
Ella cuenta que se sintió engañada cuando descubrió que era posible tener a un bebé vaginalmente a pesar de tener cesárea anteriormente y que aunque en ese momento no se planteaba tener mas hijos, realmente le removió algo por dentro, así que decidió acompañar a otras mujeres a que descubrieran que si era posible y así fue como emprendió su camino a formarse como doula.
Mientras estaba en plena formación de doula, decide buscar el tercer embarazo y nos cuenta que fue retador y bastante fuerte, porque le removía lo que había pasado en sus otros dos embarazos y le había tocado vivir por la desinformación, así que decidió que las cosas iban a ser diferentes y que quería intentar parir.
Fue con el mismo ginecólogo obstetra que había atendido sus otros partos y cuando estaba en la consulta, le pregunta la fecha de su ultima menstruación y al decirle la fecha probable de parto, sigue hablando y le da la fecha de la cesárea y le dice que de una vez le liga las trompas, al ella decirle que no se piensa ligar, le pregunta si piensa tener mas hijos entonces. Al ver su actitud hacia su comentario, ella decidió ni siquiera plantearle su idea del parto vaginal y simplemente no volvió a ir mas nunca por su consulta.
Preguntó en su comunidad de doulas y pudo conseguir a un doctor que la atendiera y la apoyara en su decisión de tener un parto vaginal después de cesárea, quien le preguntó los antecedentes del porque de las dos cesáreas anteriores y le aclaró que la esperaría hasta la semana 40, y si no, le haría cesárea. Otra de las condiciones que puso el medico, era que debía irse a la única clínica en la que el se sentía seguro para trabajar.
Cuenta que fue un embarazo muy duro, sobretodo emocionalmente por lo que se le removió durante su formación como doula, sino también porque tenia a toda su familia y amigos cercanos en contra.
El trabajo de parto empezó en casa, pero a pesar de que ya tenía dos hijas, realmente era primeriza en el tema del trabajo de parto y cuando empezó a ver hijitos de sangre, se asustó y le pidió a su esposo ir a la clínica, pero sabe que podía haber pasado mas tiempo en casa.
Entró en trabajo de parto a las 40 semanas y dos días. Ginay cuenta que esas ultimas semanas fueron bien estresantes porque sentía que se le acababa el tiempo, sin embargo, ella sentía que su cuerpo realmente se estaba preparando para ese momento.
Cuenta que a la semana 40 tuvo consulta y le contaba al doctor que subía y bajaba escaleras, caminaba, tomaba infusiones y ya no sabia que hacer, y él le dijo que la esperaba hasta el viernes, sino, ese mismo día le hacia la cesárea.
Recuerda que pasó por todo un proceso y que hasta fue a la iglesia a rezar y pelearse con Dios, sin embargo, terminó resignándose y le pidió al párroco que le diera la unción de los enfermos porque se iba a someter a la operación.
Una vez resignada a que no iba a tener su parto vaginal, empezó a prepararse y se fue con su tía a buscar un body de los Leones de Caracas, su equipo de béisbol favorito, para ponérselo a la bebé para salir de la clínica y ahí fue cuando le empezaron las contracciones mas seguidas.
Se planchó el pelo y sintió que estaba mojada, así que se metió a bañar y a la madrugada despertó a su esposo porque estaba en trabajo de parto. Llegó a la clínica con 4 centímetros y en unas cuantas horas mas nació la bebé.
Quien la atendió fue el médico de guardia y lamentablemente no era el más empático, ni respetó sus tiempos, así que terminó con una episiotomía, pero a pesar de ese trago amargo, cuenta que se sentía sumamente eufórica y totalmente feliz porque puedo experimentar su parto vaginal.
Su consejo para esas mamas que tuvieron cesárea y quisieran intentar un parto vaginal es informarse y conocer las causas de la cesárea, para asegurarse que es algo que no se pueda repetir.
Puedes conectar con Ginay Vargas a través de:
- IG: @Soy_tudoula
- Página Web: https://llitillet.com
- Podcast: Soy Tu Doula
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