El jengibre es un tubérculo con una forma bastante peculiar (incluso, me atrevo a decir que parece mutante); su sabor es bastante característico y sobre todo popular en la gastronomía Oriental. Sus propiedades son numerosas, por lo que su uso en la medicina no convencional viene desde la antigüedad.
Cuando estaba embarazada me dio una gripe bastante fuerte y al ser alérgica al único jarabe para la tos aprobado para las embarazadas, no me quedó más remedio que irme por las alternativas naturales. Preocupada por mi salud, un día llama por teléfono mi mamá y me sugiriere comprar jengibre para aliviar mi tos.
En ese momento me pareció algo que no iba a funcionar, sin embargo le hice caso y lo compré. Siguiendo sus indicaciones, corté un pedacito, lo pelé y me lo metí a la boca como si fuese un caramelo. Al principio no sabía a nada, pero luego cuando comencé a apretarlo entre las muelas, empezó a soltar como un juguito que me recubrió la garganta y me paró la tos.
¡Mi mamá tenía razón!, el jengibre sirve para calmar la tos.
Debo acotar que las mujeres embarazadas y que estén pasando por la menopausia, deben consumir el jengibre con moderación y cautela ya que éste eleva la temperatura corporal, sin embargo esto no quiere decir que lo tengan prohibido. De todas maneras, siempre es bueno consultar con tu médico antes de ingerir o probar algo nuevo, sobre todo cuando se está en la dulce espera.
Como ya saben, los jarabes para la tos tienen su dosis recomendada, sin embargo, no siempre se le va a uno la tos cuando los toma, así que la próxima vez que les ataque la tos, no olviden pasar por el supermercado por su jengibre y así probar uno de los tantos remedios caseros para la tos que existen, total, lo que les quede lo pueden utilizar en alguna comida.
