Crecí yendo con mi mamá a comprar verduras en el mercadito, un lugar parecido a los Farmers Market que hay en Los Estados Unidos, solo que la verdura normalmente no es local, pero si viene directamente del granjero que la sembró, así que es bien fresca; además se pueden encontrar otras cosas como queso, huevos, conservas y hasta comidas caseras para la venta.
Realmente cuando íbamos más de una vez no me bajaba, me parecía aburrido, caluroso y poco glamoroso. Después me di cuenta del gran valor que tenían y les empecé a agarrar el gusto, sobre todo porque se encuentran cosas que normalmente no venden en los supermercados. Luego cuando me mudé para los Estados Unidos, me di cuenta que aquí también tienen esos mercaditos, donde granjeros venden sus frutas y verduras a un menor costo, pero donde puedes encontrar también miel de abejas, jabones caseros, plantas, productos naturales y orgánicos y hasta descubrir pequeñas empresas cuyos valores se alinean a los tuyos.
Los Farmers Market están en todos lados (puedes encontrar uno cerca de ti aquí) y aunque por lo general son los fines de semana, no es raro encontrarlos entre días de semana, así que si aun no visitas uno, aquí te dejo 5 razones para que lo hagas pronto.