Este post forma parte de una serie sobre el embarazo, nacimiento y post parto de mi tercer hijo. Para leer la Parte I haz clic aquí y para leer la Parte II haz clic aquí.
Como yo soy ORH negativo, me dio mucho gusto saber que no necesitaría la inyección de Rogham, ya que el bebé era también ORH negativo.
Como en mis otros post partos, mi esposo se quedó conmigo la primera noche y la siguiente se quedó mi mamá. Ellos me ayudaban cambiando los pañales y trayéndome el bebé hasta la cama para que le pudiese dar pecho.
Dormí muy poco la verdad, no tanto por el bebé, sino porque entre el ruido de la máquina cada vez que se acababa el medicamento, las enfermeras entrando a chequear mis signos vitales y la sonda que no drenaba, tuve para entretenerme bastante.