Ser mamá primeriza es aterrorizante, pero ser mamá por segunda vez en divertido. Yo siempre escuché que cada hijo es distinto y es verdad, no solo en personalidades, sino en gustos y hasta en su desarrollo.
Cómo establecer una rutina para dormir al bebé
Aclaratoria: Estos consejos sobre como establecer una rutina para dormir al bebé, forma parte de una campaña patrocinada por AVEENO y We All Grow Latina Network, sin embargo, todas las opiniones son 100% mías.
Cuando tuve mis hijos me di cuenta porque mi mamá era tan estricta con la hora de ir a la cama; así que desde muy temprana edad traté de establecer una rutina para dormir al bebé, ya que me di cuenta como cambiaban mis mañanas si habíamos tenido un sueño reparador o, nos habíamos pasado la hora de ir a la cama.
3 cosas que aprendí durante el reto de JOHNSON’S® Tonight We Sleep™
Aclaratoria: El post llega a ti gracias al patrocinio de JOHNSON’S® y Latina Bloggers Connect.
No hay nada más tierno y lleno de paz que un bebé dormido, así que si estás pasando trabajo logrando que tu bebé se vaya a dormir y se quede dormido, te invito a que sigas leyendo y conozcas sobre el Reto de JOHNSON’S® Tonight We Sleep™.
Nacimiento de Baby Oli – Día 2
Si te perdiste la primera parte haz clic aquí.
Tempranito a la mañana vino la partera porque como a las 5am me habían puesto de nuevo el pitocin y estaba teniendo contracciones, las cuales no eran dolorosas, pero las sentía. Mi presión había bajado un poco gracias al medicamento y al estar acostada de lado, pero seguía bastante alta y mi cabeza iba a explotar.
Mi esposo se levantó temprano y fue a buscar a Kung Fu Baby y a mi mamá. La partera me chequeó y aunque sabían que el bebé estaba con la cabeza para abajo, ni la enfermera, ni la partera podían sentir la cabeza, así que me hicieron otro ultrasonido y resultó ser que el bebé estaba totalmente arriba y en vez de que su cabeza estuviese en el canal de nacimiento, él estaba a un costado.
La partera salió y consultó con la doctora que estaba de guardia y al regresar se sentó en la cama y me explicó que no teníamos mucho tiempo para esperar a que el bebé se acomodara y como seguía con los mismos 1-2 centímetros de dilatación, era peligroso esperar ya que mi cabeza iba a explotar, no soportaba la luz y tanto el bebé como yo corríamos peligro.
Realmente mi estado se había ido deteriorando, al punto que el cuarto estaba totalmente oscuro y yo tenía hasta paños de agua fría que me había puesto la enfermera para aliviarme un poco.
Me empezaron a preparar para la cesárea de emergencia, me colocaron la sonda y como mi esposo no había regresado, las mismas enfermeras recogieron todas mis pertenencias y las pusieron debajo de la camilla que me llevaría a quirófano.
Vino la doctora que haría la cesárea y me explicó los detalles del procedimiento, como sería la incisión y donde. También vino la anestesióloga para explicarme las dos alternativas y de que si los análisis de sangre regresaban bien, no necesitaría anestesia general, por lo que mi esposo podía entrar conmigo.
Tina, mi enfermera se quedó conmigo casi todo el tiempo. Me calmó, me preguntaba si estaba bien y si tenía alguna duda y me dijo que no me preocupara que ella iba conmigo a quirófano y estaría presente durante el procedimiento.
Cuando me subieron a la camilla para llevarme a quirófano estaba sumamente asustada y solo le pedía a Dios que todo saliera bien. Sorprendentemente no lloré ni me puse emocional como en otras ocasiones, realmente acepté que lo mejor no es siempre lo que uno quiere y aunque se trate de controlar todo, el plan divino de Dios es el que se hace y no mi voluntad.
Llegué a quirófano, me pasé a la mesa de operaciones y enseguida me pusieron la anestesia para dormirme hacia abajo. Mientras tanto mi mamá estaba con Kung Fu Baby y mi esposo, quien ya estaba preparada y solo esperaba que terminaran de dejar las cosas listas para empezar.
Cuando llegó mi esposo empezó la cesárea, de repente la partera dice que el bebé tiene pelo y luego lo escuché llorar. Recuerdo que me entró una desesperación por solo escucharlo y no poderlo ver a través de toldo azul que nos separaba.
Lo llevaron a la mesa que estaba al lado y desde ahí lo vimos mi esposo y yo, todo blanquito, largo y bello.
La enfermera le preguntó a mi esposo si quería cortarle el cordón umbilical, así que ni corto ni perezoso fue hasta ahí y milagrosamente cuando escuchó la voz de mi esposo se calmó. ¡Fue mágico!
Oliver Nicolás nació el 16 de diciembre de 2015 a las 12:28pm.
Una vez terminaron de tomarle los signos vitales, me lo pusieron en el pecho para besarlo y tocarlo. Yo estaba un poco mareada, así que la enfermera lo sostenía también. Le hablé, lo acaricié y luego le pedí a la enfermera que lo agarrara porque no me sentía bien.
Mi esposo y la enfermera se fueron al cuarto de recuperación donde estaba mi mamá con Kung Fu Baby. Ahí se conocieron los hermanos por primera vez y aunque no lo vi con mis propios ojos, mi esposo tomó fotos y grabó el momento.
Luego me llevaron al cuarto de recuperación donde le di pecho por primera vez.
A pesar de que no tuve un parto natural como con el primero, la verdad que me siento afortunada de que en el medio de la emergencia logré tenerlo conmigo, besarlo y sobre todo amamantarlo ya que no todas las historias de cesáreas son así.
Debido a mi problema de presión tuve que quedarme 3 noches en el hospital y déjame decirte que no fueron fáciles, lo bueno fue que me tocaron enfermeras espectaculares y sumamente dedicadas.
Nacimiento de Baby Oli – Día 1
Al parecer mis hijos viven apurados y llegan a este mundo antes de lo esperado. Con Kung Fu Baby mi cuerpo decidió irse a huelga, mi hígado dejó de funcionar y de la consulta me mandaron directamente al hospital para inducirme el parto porque la presión arterial la tenía por el cielo.
Aunque cuando quedé embarazada de Baby Oli tenía más años encima y ya estaba en mis treintas, realmente mi cuerpo estaba en mejores condiciones, ya que por más de un año y medio estuve yendo religiosamente a citas con mi nutricionista.
Aprendí a comer bien, a contar calorías y hasta a estar más en sintonía con mi propio cuerpo, por lo que dejé de consumir frituras y hasta leche de vaca.
Durante todo el embarazo me cuidé mucho, siempre me llevaba meriendas sanas al trabajo, mucha frutas y ensaladas también; al punto que en la última consulta solo había aumentado unas 12 libras más o menos y eso tenía muy contentas a mi partera, mi nutricionista y a mí misma.
Estuve teniendo contracciones por varias semanas, pero sabía que era algo normal porque es la manera que tiene el cuerpo como de ‘practicar’ para el gran día. A pesar de que me sentía bien, siempre al final del día estaba agotada y no veía las horas de irme a la cama, sin embargo, dormía muy mal porque me la pasaba caminando al baño.
Literalmente trabajé hasta el final. Mi consulta era a las 11:00am para el ultrasonido y como era frente al hospital donde trabajo, pues le pedí a mi esposo que me fuese a buscar para no tener que batallar con el estacionamiento.
Para mi sorpresa cuando llegó, mi mamá lo estaba acompañando, así que nos fuimos al ultrasonido. El motivo del ultrasonido era para ver que tan grande era el bebé, así que duró bien poquito. Seguidamente me tocaba mi chequeo semanal y ahí fue cuando todo cambió.
Resulta que tenía la presión arterial sumamente elevada y aunque no tenía proteína en la orina, la partera se asustó mucho. Creo que me habrán tomado la presión en ambos brazos no menos de 15 veces y todas y cada una era elevada.
Me llevaron a otro cuarto para seguir tomándome la presión y ahí fue cuando me mandaron al hospital para inducirme. Llegué a OB Triage a eso de las 12:45pm donde me estaban esperando, llené unos papeles y me subieron al cuarto.
En el mientras tanto, yo le mandaba mensajes a mi familia para avisarles y a mi jefa y compañeras de trabajo para que no me esperaran, ya que me había despedido para regresar después de la consulta.
Al hospitalizarme me pusieron sulfato de magnesio, un medicamente para evitar convulsiones (por el tema de la presión alta), también me pusieron pitocin para empezar las contracciones y un medicamento para bajar la presión.
Mi cérvix estaba de 1-2 cm de dilatación.
Por el medicamento que me pusieron, no podía levantarme al baño, así que me tocaba llamar a la enfermera para que me pusiera la chata (bed pan) debajo y así poder monitorear cuanto orinaba. Era horrible porque aunque tenía ganas, el simple hecho de estar en la cama me inhibía de una manera impresionante. Otro de los efectos de ese medicamento, es que uno siente como un fuego por dentro, así que la enfermera me puso el aire a lo más bajo que se podía. ¡Todo el que entraba al cuarto se congelaba menos yo!
De repente, a eso de las 2pm el cuarto se llenó de los miembros del comité del cual formo parte en mi trabajo. ¡Me perdí mi propio Baby Shower!. Me habían organizado una reunión y al ver que no llegaba, decidieron llevar la fiesta al cuarto. ¡Fue increíble!
A todas estas mi bolso del hospital estaba a medio hacer, Kung Fu Baby estaba en la escuela y ni mi esposo ni mi mamá estaban preparados para quedarse esa noche. Pero logramos organizarnos y mi esposo se quedó a dormir conmigo esa noche, la cual fue larga, muy larga ya que el bebé se perdía del monitor y la presión me la chequeaban constantemente.
El pitocin lo pararon para que mi cuerpo descansara, para luego continuarlo la mañana siguiente. Para leer lo que pasó al siguiente día, no olvides pasar por la segunda parte haciendo clic aquí.
20 Alimentos que no debes consumir durante el embarazo
No fue hasta que quedé embarazada de mi primer hijo que descubrí la gran lista de alimentos que no debes consumir durante el embarazo y realmente fue algo sorprendente para mi, porque en mi país eso es algo que no se habla seguido, o por lo menos, no parece tener la misma importancia que otras cosas. En Argentina parece que es el mismo, ya que cuando hice una versión sin huevo de mi pie de limón, mi esposo y mi cuñada me miraron raro y como si estuviese loca.
Mi diario de embarazo | Semana 36
Técnicamente, nunca he estado tanto tiempo embarazada porque Kung Fu Baby nació justo a las 36 semanas, por lo que ésta semana mi misión es empacar el bolso del hospital. Ya hice la lista de las cosas que necesito llevar, así que solo me falta encontrarlas entre todas las cajas de la mudanza.
Mi Diario de Embarazo | Semana 35
Estoy como el poema… ‘Los zapaticos me aprietan, las medias me dan calor…’
Creo que oficialmente empezó la etapa más incómoda del embarazo. No es que ahora me levante más veces al baño durante la noche, el problema es que el levantarme me cuesta cada vez más, aunado a que los pies se me están hinchando y no regresan totalmente a su estado normal aunque descanse; pero además estuvimos en proceso de mudanza a toda máquina y aunque constantemente tenía que descansar y recostarme, realmente puedo decir que estoy agotada.
5 Consejos fáciles que te ayudarán a prepararte para la llegada del bebé
40 semanas parece un montón de tiempo, pero para serte sincera se pasan bien rápido y antes de que te des cuenta tendrás a tu bebé en brazos e iras camino a casa y lo menos que te provocará es salir a comprar papel higiénico, detergente para lavar platos o incluso ponerte a cocinar. Así que antes de que sea demasiado tarde, aquí te dejo 5 consejos fáciles que te ayudarán a prepararte para la llegada del bebé:
Mi diario de embarazo | Semana 34
Esta semana ha sido bastante interesante y agotadora. En principio porque era una semana corta en el trabajo porque el jueves 26 de noviembre celebramos aquí en Estados Unidos el Día de Acción de Gracias, sino que también fue mi cumpleaños y finalmente pudimos hacer el cierre para nuestra casita.